¿Por qué la natación es un buen deporte para los niños en invierno?

Niños felices en alberca
 
De forma casi natural, la práctica de la natación está relacionada con la temporada más calurosa y soleada del año. Cuando se avecinan los meses invernales, muchos papás y mamás que tienen a sus hijos en la práctica de este deporte consideran conveniente suspender la continuidad de las clases con el fin de no exponerlos al riesgo de adquirir alguna infección respiratoria.
 
Nada más equivocado que pensar que los niños se enferman porque se mojan en la alberca y/o salen con el cabello húmedo, después de su clase, a la calle. Los niños y los adultos se resfrían porque se contagian con los virus y bacterias de otras personas, igual en las estaciones calurosas que en la temporada de frío.
 
La práctica de la natación en invierno proporciona muchos más beneficios en los niños de los que usualmente se conocen, siempre que se consideren las siguientes condiciones para llevarla a cabo: alberca techada con agua climatizada, regaderas con agua caliente y vestidores amplios, limpios y cómodos para que los chicos puedan tomar un tiempo adecuado para secarse y aclimatarse antes de salir a la calle.
 
Niños sentados
 
Los niños que nadan durante todo el año son en general más sanos y felices. Además de que la continuidad les permite alcanzar metas y mejorar sus habilidades más rápidamente (autoestima e independencia), la natación los ayuda a reducir la posibilidad de padecer enfermedades respiratorias.
 
Gracias a la respiración profunda que se realiza en la práctica de este deporte, los pulmones se mantienen limpios del moco que se puede acumular. Igualmente, la respiración profunda ayuda a bombear el líquido cefalorraquídeo a través del cuerpo, manteniendo altos niveles de oxígeno en el cerebro y la sangre. Esto sin considerar los efectos relajantes que proporcionan un sueño reparador muy útil para el crecimiento de los chicos.
 Alberca de Acuática Delfines
 
Esto no significa, que si los niños se resfrían en temporada invernal no deban suspender por algunos días sus clases de natación, de acuerdo con las recomendaciones del médico. Si nuestro hijo enferma, lo mejor es mantenerlo en casa para minimizar los riesgos. Esta regla de sentido común aplica para cualquier época del año y no sólo durante el invierno.
 
Importante tener presente esta información.